Durante semanas de arduas conversaciones -la reducción de las emisiones de combustibles fósiles, las catástrofes naturales, la política de las energías limpias- una exposición de vídeo documental de La Carta: Un mensaje para nuestra Tierra en la COP27 exploró la pregunta: «¿Y tú? ¿Cómo ha afectado el cambio climático al territorio en el que vives?».

Los protagonistas de la película plantearon esta cuestión durante una conversación con el Papa Francisco, y se ha quedado con el comisario de la exposición, el padre Eduardo Agosta Scarel, asesor principal del Movimiento Laudato Si’, desde que vió la película. En la época de las violaciones de los derechos humanos, de los refugiados climáticos y de las víctimas de los desastres naturales, incluir el grito de la Tierra y el grito de los Pobres en la COP27 resultaba urgente, expresó.

Los visitantes reflexionan sobre las escenas de la exposición de La Carta, alojada en el stand 44 de la COP27.

«Lo más destacado para mí es cuando la gente se identificaba con el mensaje que teníamos que compartir en el stand. Lo que más les atrae es la pancarta con la imagen del Papa Francisco», declaró el co-comisario Víctor Livas, del Movimiento Laudato Si’. «Me gustaría transmitir el mensaje desde la perspectiva de nuestra fe y eso se consiguió. En particular, compartimos la exposición con personas de todos los credos y orígenes durante nuestras interacciones», señaló.

La exposición, que cuenta con 6 escenas de la película y 7 testimonios de emergencias climáticas, fue una experiencia multimedial inmersiva que unió escenas de la película y material adicional de lugares tan variados como Nueva Orleans o la isla de Java. Para Innocent Odongo, que participó en la exposición, el espacio ponía » en evidencia las experiencias vividas y los retos de las víctimas directamente, asegurando así la originalidad de las conversaciones, en las que el público o las partes implicadas pueden sentir y compartir las emociones de las víctimas de la crisis climática y también aquí directamente sus llamamientos y peticiones de intervención y mitigación».

Los visitantes comprendieron con mayor profundidad cómo los testigos que han visto no se limitan a quejarse, sino que piden a toda la humanidad que actúe urgentemente para mitigar el cambio climático, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente en los países más responsables. Por ejemplo, la exposición puso de relieve la voz de Arouna en la película cuando cuenta su historia de migración y llora a los perdidos que emigraron a Europa desde Senegal.

Paul Rahmat, de Vivat International, subraya la importancia de que las voces tengan una plataforma en la COP27: «La gente puede ver las imágenes del cambio climático que afectan a la gente de un lugar o región concreta, incluso en poco tiempo». 

Los delegados y participantes en la COP27 reciben su propia «carta» de invitación a la exposición.

En un momento de la exposición, un visitante de Filipinas llegó a preguntar a Agosta Scarel por un vídeo en el que aparecían mil millones de bambúes. Al decirle a Agosta Scarel que había trabajado con Catholic Relief Services (CRS) en Filipinas para el proyecto de reforestación, le dijo: «Gracias. Por todo lo que habéis hecho tan bien para nuestro evento paralelo y nuestra exposición».

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